Se que no leerás nada de esto, y lo más probable es que el día que vuelva a verte, todo se resumirá en un abrazo.
Espero lograr hacerte sentir orgulloso, fuiste y serás el único que ocupe ese pedazo en mi corazón, el dolor no se va, solo es cuestión de escucharte a través del viento, de los rayos del sol, de ver tu brillo a través de las estrellas para hacerlo más soportable.
Extraño tus bobadas, tus consejos, tus bailes.
Te mando cartas junto con el humo del cigarro a las 3 de la mañana, pequeños susurrós esperando que los escuches.
El cielo debe ser muy hermoso y lleno de vida para necesitar tenerte allá, fue un placer compartir mi vida contigo y espero poder ganarme el privilegio de compartir otra vida contigo, hasta luego, mi gran hermano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario